Hay lugares que son difíciles de describir con palabras y la Serra de Tramuntana es uno de ellos. Alina y Aleksei (de Bielorrusia) eligieron Mallorca para realizar una boda íntima y muy personal, con la naturaleza como único testigo. Lo que ahora se conoce como una boda íntima o elopement, centrada en lo que realmente importa, que es el amor que se tienen.

El día después de la boda, como no podía ser de otra forma, las montañas fueron testigo una vez más de una sesión de fotos de post-boda muy especial, en la que pudimos disfrutar del silencio, los paisajes y la luz del atardecer.

Gracias, pareja, por una tarde preciosa y por confiar en mí en este momento tan importante de vuestra vida. ¡Hasta pronto!